Sunday 17 October 2010

Manjares de Circe

Siempre cuando hago bombones recuerdo con escalofrío y un cierto tipo de curiosidad oscura a la Circe de Cortázar (texto entero en biblioteca Ignoria). Lo leí con quince años y nunca olvidé los imágenes de Delia Mañara.

"Su mejor receta eran unos bombones a la naranja rellenos de licor, con una aguja perforó uno de los que le traía Mario para mostrarle cómo se los manipulaba"

Delia toca el piano, prepara licores y bombombones de sabores difíciles de definir


"Ya se iba cuando Delia le trajo una muestra blanca y liviana en un platito de alpaca. Mientras lo saboreaba -algo apenas amargo, con un asomo de menta y nuez moscada mezclándose raramente"
o
"Aquella noche los bombones tenían gusto a moka y un dejo raramente salado (en lo más lejano del sabor), como si al final del gusto se escondiera una lágrima"


mi preciosa bombonera de cristal


Los manjares de Delia tenían varias formas, aunque no eran populares en su familia


"los Mañara hubieran rehusado probar sabores nuevos; preferían los caramelos comunes y si Delia dejaba una caja sobre la mesa, sin invitarlos pero como invitándolos, ellos escogían las formas simples, las de antes, y hasta cortaban los bombones para examinar el relleno"

Mario, el novio de Delia, cata todos sus dulces. Una noche consigue promesa del beso, pero primero está obsequiado con un nuevo bombón.


"sostuvo con dos dedos el bombón, con Delia a su lado esperando el veredicto, anhelosa la respiración, como si todo dependiera de eso, sin hablar pero urgiéndolo con el gesto, los ojos crecidos -o era la sombra de la sala-, oscilando apenas el cuerpo al jadear, porque ahora era casi un jadeo cuando Mario acercó el bombón a la boca, iba a morder, bajaba la mano y Delia gemía como si en medio de un placer infinito se sintiera de pronto frustrada. Con la mano libre apretó apenas los flancos del bombón, pero no lo miraba, tenía los ojos en Delia y la cara de yeso, un pierrot repugnante en la penumbra. Los dedos se separaban, dividiendo el bombón. La luna cayó de plano en la masa blanquecina de la cucaracha, el cuerpo desnudo de su revestimiento coriáceo, y alrededor, mezclados con la menta y el mazapán, los trocitos de patas y alas, el polvillo del caparacho triturado"


Delia cómo Circe ofrecía sus manjares a los novios que luego mataba.

Me encantan los bombones de coco, encontradas en varios sitios en Internet. Se preparan rápidamente incluso durante una cita, saliendo a la cocina bajo cualquier pretexto se puede derretir en microondas al nivel bajo 50ml de nata de montar con 1/8 de mantequilla. Esa mezcla se echa al 100grs de coco rallado con 3 cucharas de azúcar glas y cucarachas (opcionalmente esencias o afrodisíacos). Mezclar rápidamente con los dedos, formar bolitas y meter al frigorífico o congelador. Ya se puede volver a la sala de estar dónde espera el pretendiente. Dentro de una hora (o media en caso de bolitas congeladas) es necesario retirarse a la cocina otra vez para bañar las bolitas en chocolate derretido en un bol en microondas al nivel mediano. La operación no es dificil usando palitos de dientes para sacar cada bombón a la bandeja o al plato. Ahora hay que esperar hasta que el chocolate se enfría y endurezca, lo que significa que hay que ofrecerle al novio algún entretenimiento durante una hora: jugar la brisca, hacer un puzzle etc.

Y servir el postre.
con sorpresa de avellana dentro

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